Feliz muerte genio.Almas Gemelas
Sonreis, uno a uno tus dientes vienen
en tu puño me encerras dando dulzura
frescos pelos se pegan a tu piel
y la liberacion de una intuición crece,
contaminas tu interior asomando
nada mas que tu nariz, tus celos,
entonces trato, me desespero,
por no traerte ni tocarte, ni codearme,
ni socializarme pagando tus precios.
Ya caí en uno de tus ruegos
soy chiche de tu bronca desenfrenada
de la euforia ciega que me educaste,
erede tu culpa, llevo tu duelo
le erraste al camino y sin amor
sin entenderte ahora víctima dejamos.
Un perfecto retrato de tus broncas
un increíble reflejo de tus sueños
una copia de lo que no soy
y me apuntas, y te apunto
irónicamente al mismo tiempo nos colgamos
para morir lastimandonos.
(I)
Fuego que crece callando, no queres y menos pensas acomodarte, por que tenes orgullo y todo tiene que ver con todo, dentro de lo que se da.
Dentro de lo que viste en tus sueños, señal de encuentro, señal de permanecer, señal de no ver y querer tener toda razón.
Espíritu rebelde, suicida bestia sin entender, fiera del ser, poesía sentida de la irreverencia de caer y levantarse.
Te veo, te siento pero mi espíritu anhela el recorrido de la liberación, ya todo sera pasado y futuro, trillado, en el mismo momento de formar el propio lenguaje del alma.
(II)
Otra vez, otro ruego enfermo que me crece, desde lo hondo de percibir, de errar, olvidando y recordando de vez en vez.
Quizás sea otro mas que abraza la luz por el miedo, por el castigo de sufrir en vida la propia marca de las reglas, instaladas como piedras sobre sierras, ignoradas por la verdad que exige respuestas al vació.
Una a una tus bocas pidieron revolución, con un corazón reposado sobre las palmas abiertas del instinto que choca una y otra vez contra la derrota de la propia emosión.
Irrespetuoso nunca, quizás dormido se le llame al sentimiento que entrego para no dejarme ver.
"El indio sale desde atrás de un árbol que lo había refregado de sombra, todo el" día había leído en el rió, había podido descifrar el vuelo de los pajaros, todo estaba conspirando, la repetición de sus días le advertían sobre el roze con su momento próximo, quería decir a viva voz que esperaba el derretir del sol sobre el horizonte esa tarde para enhebrar sin demasiada vuelta el crepúsculo animal.
Para el ese momento de belleza y ruina era una conjunción tan desorbitada como el beso del amor presente.
Debo irme intento suplicar, aun sabiendo que llegaría hasta lo peor del momento, soy la noche y tu el día, no somos lo mismo pero nos amamos, por eso mantenemos la vida sobre los campos, ciudades, el amor que nos nace vive dentro de la tierra que crece dolorida, fisurada, desmantelada y prejuiciosa por el genocidio mas publicitado. Pero nosotros no tenemos estos problemas mi vida, mi ilusión. Escapemosnos una y mil veces, es la clausula divina para poder seguir encontrándonos e ilusionandonos, debemos escapar y cometer el crimen de cada día para permitir el nacimiento loco y puro del resto núcleo.
Hubo una corriente aspera y luminosa, rayos ensordecían, el viento se encargaba de rellenar el entusiasmo, detrás de escena las fichas eran claras, la marioneta del tiempo permitia mostrarse precipitadamente en una figura de cambio.
Así se disolvía el cuadro, una fuerte piel de gallina se percibía en la atmósfera y detrás de las estrellas la señal fue dada.
Yo soy luna, tu sol, le dijo... descubro el velo y de mi luz te comparto para esperar a tocarte nuevamente. Un filo hilo deciso la silueta del mundo, beso a beso se dieron las pautas para corromperse y levemente sin destruirse se separaron intentando gritar y gritar, lo que no podían olvidar, fecha y hora, ella se acordaba de sus cuelgues y despertaría con fuerzas sin el apoyo luminoso sobre su oscuridad.
Como soplando, mirándola pero sin chocarse, sin eclipsarse, olio perfumes, le gusto tanto el intercambio que no hubo sucesión esquiva, fruncío menguando formas esperándola, siempre.
Ella tan clásica, sorprendida y fiel dio su final y apareció para brillar por encima de todo chaparron, de toda nube, intensifico su postura y en un fino horizonte, justo antes del momento mas oscuro se separaron, para juntarse, sobre otro instante.
Mal de parias
No hay ilusión, certeza, ni revolución
no hay quien te encuentre, ni que te cure
no hay respuesta que evacué el vació
que genera el peor de los males.
Tenes la vista tapada, el hocico caliente
escribís tu vida con un espíritu cansado
estas rematado sin pena ni gloria,
fruto de la inquisición desvirtuada.
Así y todo se te extraña cuando no sumas
faltan tus ganas de perder,
Así y todo te siguen las señales
del sueño que no viviste.
